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#066 - Cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje | Podcast
Cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje
1. Mejora de la motivación
2. Gestión del estrés
3. Mejor toma de decisiones
4. Desarrollo de habilidades sociales y trabajo en equipo
5. Autoconocimiento y autoconciencia
6. Resiliencia frente a los fracasos
7. Concentración y atención
8. Incremento de la autoestima
¿Cómo trabajar la inteligencia emocional en nuestro día a día?
Practica la reflexión diaria
Escribir un diario emocional
Mindfulness y meditación
Replanteamiento cognitivo
Establecer límites emocionales
Establecer metas claras y alcanzables
Celebrar los pequeños logros
Escuchar activamente
Practicar la "escucha reflexiva"
Poner en práctica la perspectiva
Manejo de conflictos
Trabajo en equipo
Recibir retroalimentación
Edición: Raul LimaMúsica de fondo
domingo, 24 de noviembre de 2024
Cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje
Es trascendental conocer, identificar en nosotros mismos y reflexionar todo lo que escuches hoy en este episodio sobre cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje. ¿Te lo enseñan en la escuela? no siempre, ¿Lo vives a diario? totalmente, ¿Lo sabes manejar? Al final del episodio podrás tú mismo responder esto, así mismo, ver la imperiosa necesidad de saber gestionar las emociones en el aprendizaje y en la vida diaria. Comencemos.
Buenas buenas. Bienvenidos a Español Con Todo, un podcast con curiosidades y temas interesantes para estudiantes de español, nivel intermedio-avanzado. La transcripción completa de este episodio, así como ejercícios de comprensión de lectura y gramática la podrás conseguir en espanolcontodo.com o en el link de la descripción.
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Como ya lo hemos hecho en otras ocasiones, para poder hablar de un concepto primero tenemos que definirlo y según la Real Academia Española la inteligencia es: En realidad posee varios significados, pero los más pertinentes para nuestro caso son: Capacidad de entender o comprender, de resolver problemas, así como conocimiento, comprensión, acto de entender.
Ahora bien, le agregamos el adjetivo emocional y podemos decir entonces que es: Capacidad de percibir y controlar los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás.
Pero este tema aquí no es nuevo, de hecho, en el episodio inteligencias para aprender se menciona el tipo de inteligencia y su impacto en el aprendizaje, en la transcripción el enlace.
Volviendo al tema, la inteligencia emocional que la abreviaré a partir de ahora IE,se refiere a la capacidad de reconocer, comprender, gestionar y utilizar nuestras propias emociones, así como las de los demás, de manera eficaz y adecuada.
Fue divulgada por el psicólogo Daniel Goleman en la década de 1990, y eso a mí me sorprende, que hace apenas unas tres décadas comenzara a hablarse de esto, este psicólogo destacó su importancia tanto en la vida personal como profesional.
Y es que la inteligencia emocional no solo está relacionada con la habilidad de "sentir" las emociones, sino también con cómo estas influyen en nuestros pensamientos, decisiones y comportamientos, y para nuestro caso en la vida diaria y el aprendizaje.
A continuación, Goleman nos habla de los componentes o partes de la IE:
Hay 4 partes, la primera es la conciencia de uno mismo, es decir saber lo que sientes, porque lo sientes lo que determina sus consecuencias, lo que puedes hacer bien o mal, después gestionarse a uno mismo, ser capaz de cumplir tus metas, ser positivo ante los contratiempos, controlar las emociones perturbadoras para que no te destrocen la vida o te impidan hacer lo que quieras hacer, en tercer lugar la empatía, entender como se sienten los demás, las personas no lo dicen todo con palabras sino con el tono de voz con el lenguaje no verbal etc, así que ser capaz de entender eso, de entender el punto de vista del otro y utilizando eso saber que le pasa a la otra persona, por último manejar bien las relaciones, colaborar, ser bueno en un equipo resolver conflictos, influenciar a la gente, persuadir, comunicarse, escuchar todas esas habilidades.
Ahora, ya sabiendo los elementos que la constituyen es importante observar como el uso de la inteligencia emocional puede favorecer significativamente nuestro aprendizaje, esto provocado por que nos permite gestionar nuestras emociones y mejorar nuestras interacciones sociales, lo que impacta directamente en nuestra capacidad para aprender y adaptarnos a diferentes situaciones. Aquí te explico:
La inteligencia emocional nos ayuda a comprender y regular nuestras emociones, lo que es clave para mantener la motivación durante el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, si somos capaces de reconocer cuándo estamos frustrados o desmotivados, podemos emplear estrategias para superar estos sentimientos.
El aprendizaje puede generar ansiedad, especialmente cuando enfrentamos nuevas materias o desafíos. La gestión emocional nos permite manejar el estrés de manera más efectiva, evitando que interfiera con nuestra capacidad para concentrarnos y procesar nueva información. Técnicas como la respiración profunda o la meditación son ejemplos de herramientas que podemos usar para reducir la ansiedad y aumentar nuestra eficiencia en el aprendizaje.
Una persona emocionalmente inteligente es capaz de tomar decisiones más reflexivas y racionales, incluso en momentos de presión. En el contexto del aprendizaje, esto puede traducirse en elegir estrategias de estudio más efectivas, priorizar tareas importantes o decidir cuándo es necesario pedir ayuda para comprender un concepto.
El aprendizaje no ocurre solo de forma individual. A menudo, es necesario colaborar con otros, ya sea en un aula o en un entorno profesional. La inteligencia emocional facilita la empatía y la comunicación, lo que mejora nuestras interacciones con los demás, promoviendo un ambiente de aprendizaje más cooperativo y positivo.
La IE nos permite ser más conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, lo que facilita un enfoque de aprendizaje más personalizado. Saber cuándo necesitamos descansar, cuándo estamos siendo demasiado duros con nosotros mismos, o cuándo estamos aprendiendo de manera más efectiva, nos permite optimizar nuestras estrategias de estudio.
El aprendizaje implica inevitablemente cometer errores y enfrentarse a fracasos. La inteligencia emocional nos ayuda a desarrollar resiliencia, es decir, la capacidad de aprender de los fracasos y usarlos como oportunidades de crecimiento en lugar de desmotivarnos. La autocompasión y la mentalidad de crecimiento son claves para superar obstáculos.
El control de las emociones también favorece la atención y la concentración, ya que evita que las emociones negativas, como la frustración o la tristeza, nos distraigan o nos desvíen de nuestra tarea. Al estar emocionalmente equilibrados, podemos mantenernos enfocados en la tarea que tenemos entre manos.
Cuando somos emocionalmente inteligentes, tendemos a tener una visión más equilibrada y positiva de nosotros mismos. Esta autoestima alta no solo nos ayuda a enfrentar desafíos, sino que también facilita el aprendizaje autónomo al impulsarnos a seguir aprendiendo y explorando nuevas áreas de conocimiento con mayor confianza.
Entonces, recordemos que, esta no es una habilidad innata, sino que se puede desarrollar y fortalecer a lo largo del tiempo con práctica, autoconocimiento y esfuerzo consciente.Aquí te dejo algunas estrategias clave para fortalecer cada uno de los aspectos que antes se mencionaron:
Dedicar tiempo al final del día para reflexionar sobre las emociones experimentadas durante el día. Pregúntate: "¿Cómo me sentí hoy? ¿Por qué me sentí así? ¿Cómo afectaron mis emociones mi comportamiento?".
Registrar las emociones y experiencias diarias puede ayudar a identificar patrones y disparadores emocionales, promoviendo un mayor conocimiento de uno mismo.
La práctica de la atención plena (mindfulness) aumenta la conciencia de las emociones en el momento presente, ayudando a una mejor conexión con lo que estamos sintiendo en cada situación.
Cambiar la forma en que interpretamos una situación puede cambiar nuestra reacción emocional. Por ejemplo, si alguien te critica, en lugar de ponerte a la defensiva, puedes reinterpretar la crítica como una oportunidad de crecimiento.
Aprender a decir "no" y proteger tu bienestar emocional es crucial para mantener el control en situaciones difíciles.
El establecimiento de metas claras y específicas, tanto a corto como a largo plazo, es fundamental para mantenernos motivados. Estas metas deben ser desafiantes pero alcanzables.
Reconocer y celebrar los avances, incluso los pequeños, ayuda a mantener alta la motivación.
Prestar atención plena a lo que la otra persona está diciendo, sin interrumpir, y tratando de comprender tanto el contenido como el contexto emocional.
Repetir o parafrasear lo que la otra persona ha dicho para demostrar que realmente has entendido sus sentimientos y puntos de vista. Esto también ayuda a profundizar en la comprensión mutua.
Hacer un esfuerzo consciente por ver las situaciones desde el punto de vista de los demás ayudará a trabajar la empatía. Esto puede incluir imaginar lo que la otra persona está sintiendo o pensando, y cómo sus experiencias pueden influir en su comportamiento.
Desarrollar la capacidad de resolver desacuerdos de manera calmada y constructiva. Esto incluye el uso de técnicas como la negociación y el compromiso para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes.
Participar activamente en actividades grupales, aprender a escuchar las opiniones de los demás, ofrecer apoyo y colaborar de manera efectiva.
Pedir a otros (amigos, familiares, compañeros de trabajo) que te den retroalimentación sobre cómo gestionas tus emociones y cómo interactúas con los demás. La retroalimentación externa puede ayudar a identificar áreas de mejora.
En definitiva, la inteligencia emocional actúa como un facilitador del aprendizaje, ya que no solo mejora nuestra capacidad de manejar el entorno emocional, sino que también optimiza nuestras interacciones sociales y la forma en que nos enfrentamos a los retos. A medida que desarrollamos estas habilidades emocionales, nos volvemos más competentes en todos los aspectos del aprendizaje y, como no es innato, podemos trabajar para mejorarla y potenciarla con éxito.
¿Qué otra estrategia crees que puedes trabajar para mejorar tu IE, tu Inteligencia emocional? Cuéntanos en los comentarios.
🔴 Revista "Lecturas Niveladas", número dos:
Presentación y texto: Luddey Flórez
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