#053 - Fragmentos de "Violeta" de Isabel Allende
#053 - Fragmentos de "Violeta" | Podcast
En el episodio de hoy leeré 3 fragmentos de una de las últimas novelas de la escritora Isabel Allende.
Publicada en enero de 2022, Violeta nos hace un paseo sobre diferentes momentos de la historia que se vivieron en Sudamérica y el mundo, mientras le cuenta a su nieto Camilo su historia, a la par que cuenta como algunos eventos personales marcaron determinantemente su vida. Empezando en 1920 con la gripe española y acompañando diferentes hechos que fueron un parteaguas en el mundo y, por supuesto, el continente, como la pandemia del COVID19, donde nos podremos adentrar en una historia intrigante, llena de detalles históricos, emocionales y relacionales, al mejor estilo de Allende.
Violeta, personaje central inspirado en la madre de la autora sin llegar a caer en la biografía, dicho por ella.
Primer fragmento: Página 15
Primera parte - El destierro (1920- 1940)
Vine al mundo un viernes de tormenta en 1920, el año de la peste. Esa tarde de mi nacimiento se había cortado la electricidad, como solía suceder en los temporales, y habían encendido las velas y lámparas de queroseno, que siempre mantenían a mano para esas emergencias. María Gracia, mi madre, sintió las contracciones, que tan bien conocía, porque había parido cinco hijos, y se abandonó al sufrimiento, resignada a dar a luz a otro varón con ayuda de sus hermanas, quienes la habían asistido en ese trance varias veces y no se ofuscaban. El médico de la familia llevaba semanas trabajando sin descanso en uno de los hospitales de campaña y les pareció una imprudencia llamarlo para algo tan prosaico como un nacimiento. En ocasiones anteriores habían contado con una comadrona, siempre la misma, pero la mujer había sido una de las primeras víctimas de la influenza y no conocían a otra.
Mi madre calculaba que había pasado toda su vida adulta preñada, recién parida o reponiéndose de un aborto espontáneo. Su hijo mayor, José Antonio, había cumplido 17 años, de eso estaba segura, porque nació el año de uno de nuestros peores terremotos, que tiró medio país al suelo y dejó un saldo de miles de muertos, pero no recordaba con exactitud la edad de los otros hijos ni cuántos embarazos malogrados había padecido. Cada uno la incapacitaba durante meses y cada nacimiento la dejaba agotada y melancólica por mucho tiempo. Antes de casarse había sido la debutante más bella de la capital, espigada, con un rostro inolvidable de ojos verdes y piel traslúcida, pero los excesos de la maternidad le habían deformado el cuerpo y agotado el ánimo.
En teoría, amaba a sus hijos, pero en la práctica prefería mantenerlos a una confortable distancia, porque la energía de ese tropel de muchachos producía un disturbio de batalla en su pequeño reino femenino. En una ocasión le admitió a su confesor que estaba señalada para parir varones como una maldición del diablo. Recibió la penitencia de rezar un rosario diario durante dos años completos y hacer una donación significativa para reparar la iglesia. Su marido le prohibió volver a confesarse.
Bajo la supervisión de mi tía Pilar, Torito, el muchacho empleado para todo servicio, trepó a una escalera y amarró las cuerdas, que se guardaban en un armario para esas ocasiones, en dos ganchos de acero que él mismo había instalado en el cielo raso. Mi madre, en camisón, arrodillada, colgando de una cuerda en cada mano, pujo por un tiempo que le pareció eterno, maldiciendo con palabrotas de filibustero que jamás empleaba en otros momentos. Mi tía Pía, agachada entre sus piernas estaba lista para recibir al recién nacido antes de que tocara el suelo. Tenía preparadas las infusiones de ortiga, artemisa y ruda para después del parto. El clamor de la tormenta, que se estrellaba contra las persianas y arrancaba pedazos del tejado, apagó los gemidos y el largo grito final cuando asomé primero la cabeza y enseguida el cuerpo cubierto de mucosidad y sangre, que resbaló entre las manos de mi tía y se estrelló en el suelo de madera.
- ¡Qué torpe eres Pía! gritó Pilar alzándome de un pie - es una niña - agregó sorprendida.
- No puede ser, revísala bien - masculló mi madre, agotada.
- Te digo, hermana, no tiene piripicho - replicó la otra.
Segundo fragmento: Página 137
Mi antigua institutriz y Teresa Rivas fueron amantes en un tiempo en que la homosexualidad era privilegio de los aristócratas y los artistas, los primeros porque lo practicaban con discreción, como uno de mis parientes lejanos cuyo nombre no vale la pena mencionar, y los segundos porque se abanicaban con las normas sociales y los preceptos religiosos. Los casos conocidos eran muy pocos: algún periodista, escritores, una poetisa de fama mundial, un par de actores, pero había muchos otros en secreto.
Al principio, Miss Taylor y Teresa Rivas vivían, pobres como ratones, en la buhardilla de Teresa, pero al poco tiempo Miss Taylor consiguió empleo como profesora de inglés en un colegio de niñas, donde habría de enseñar durante 20 años sin que nadie cuestionara su vida privada. A los ojos del mundo era una solterona, asexuada como las amebas. Ganaba poco, pero también daba clases privadas y eso les permitió alquilar una casita modesta en un vecindario de clase media, donde finalmente instalaron el piano de cola. En cuanto pudo hacerlo, José Antonio les pasaba una mensualidad porque el sueldo de Miss Taylor apenas les alcanzaba para los gastos básicos.
Una historia rica en detalles y descripciones con una mujer resiliente como protagonista nos invita a conocer más aspectos relacionados con feminismo, violación de derechos humanos, de pasiones y relaciones, de ideologías, dictaduras y democracias que nos tocan la fibra en Latinoamérica. ¿Te atreves a leerla?
También recuerda que puedes sugerir temas o asuntos para próximos episodios que aborden: educación y aprendizaje, cultura latinoamericana o psicología. Comparte tus ideas, nos encantará leerlas.
¿QUIERES LEER LA TRANSCRIPCIÓN COMPLETA? HAZ CLIC AQUÍ.
🔴 La transcripción completa con ejercicios en:
https://espanolcontodo.gumroad.com/l/053-fragmentos-de-violeta-de-isabel-allende
Clases de español como lengua extranjera con la profesora Luddey Florez las puedes tomar aquí.
Créditos
Edición: Raul Lima
Comentarios
Publicar un comentario