Es trascendental conocer, identificar en nosotros mismos y reflexionar todo lo que escuches hoy en este episodio sobre cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje . ¿Te lo enseñan en la escuela? no siempre, ¿Lo vives a diario? totalmente, ¿Lo sabes manejar? Al final del episodio podrás tú mismo responder esto, así mismo, ver la imperiosa necesidad de saber gestionar las emociones en el aprendizaje y en la vida diaria. Comencemos. #066 - Cómo la inteligencia emocional puede favorecer el aprendizaje Buenas buenas. Bienvenidos a Español Con Todo, un podcast con curiosidades y temas interesantes para estudiantes de español, nivel intermedio-avanzado. La transcripción completa de este episodio, así como ejercícios de comprensión de lectura y gramática la podrás conseguir en espanolcontodo.com o en el link de la descripción. >>> Clases de español como lengua extranjera con la profesora Luddey Florez las puedes tomar aquí .<<< #066 - Cómo la in...
Resulta un secreto a voces que el ejercicio o actividad física influyen de forma determinante en el aprendizaje, pero, ¿cuáles son las causas de esto? ¿Qué se compromete a nivel de aprendizaje si no realizamos actividad física? Hoy aprenderemos de esto y más. Continúa escuchando.
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#044 - El ejercicio y el aprendizaje
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El ejercicio y el aprendizaje - Transcripción
De seguro, para nadie resulta un misterio que el ejercicio físico, en cualquiera de sus modalidades, trae innumerables beneficios a nivel físico, eso es bien sabido. Es más, algunas de las ventajas más notorias, de acuerdo con el sitio web medlineplus.gov son:
Por otro lado, compilaciones de estudios neurológicos señalan que hay diferentes impactos de acuerdo a la etapa evolutiva. Pero en líneas generales el ejercicio parece activar una serie de procesos encargados de mantener y proteger a las células nerviosas.
- Controla su peso: Unido a la dieta, el ejercicio juega un papel importante en el control de su peso y la prevención de la obesidad.
- Reduce el riesgo de enfermedades del corazón: El ejercicio fortalece su corazón y mejora su circulación. El aumento del flujo sanguíneo eleva los niveles de oxígeno en su cuerpo. Esto ayuda a bajar el riesgo de enfermedades del corazón, como el colesterol alto, la enfermedad arterial coronaria y el ataque al corazón. El ejercicio regular también puede reducir la presión arterial y los niveles de triglicéridos.
- Controla los niveles de azúcar en la sangre y de insulina de su cuerpo: También el ejercicio puede reducir el nivel de azúcar en la sangre y ayudar a que su insulina funcione mejor. Esto puede reducir el riesgo de sufrir de diabetes tipo 2.
- Mejora su salud mental y su estado de ánimo: Durante el ejercicio, su cuerpo libera sustancias químicas que pueden mejorar su estado de ánimo y hacerle sentir más relajado. Esto puede ayudarle a lidiar con el estrés y reducir su riesgo de depresión.
- Fortalece sus huesos y músculos: El ejercicio regular puede ayudar a hacer más fuertes los huesos de niños y adolescentes. Con los años, también puede disminuir la pérdida de densidad ósea relacionada a la edad. Hacer actividades de fortalecimiento muscular puede ayudarle a aumentar o mantener la masa muscular y la fuerza.
- Reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer: Incluyendo cáncer de colon, de mama, uterino y de pulmón.
- Duerme mejor: El ejercicio puede ayudarle a conciliar el sueño más rápido y permanecer dormido más tiempo.
- Aumentar sus posibilidades de vivir más tiempo: Según investigaciones la actividad física puede reducir el riesgo de morir prematuramente de las principales causas de muerte, como las enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.
Ejercicios y cerebro
Se sabe que, durante una actividad física, la cantidad de sangre que circula en el cuerpo es mayor, el corazón bombea más sangre y esto, en palabras simples, se traduce en más oxígeno a las neuronas cerebrales, las encargadas de establecer conexiones y consolidar los diferentes procesos cognitivos.Por otro lado, compilaciones de estudios neurológicos señalan que hay diferentes impactos de acuerdo a la etapa evolutiva. Pero en líneas generales el ejercicio parece activar una serie de procesos encargados de mantener y proteger a las células nerviosas.
Conscientes que el ejercicio protege al cerebro de las agresiones externas e internas, es lógico afirmar que la vida sedentaria es un factor de riesgo para las enfermedades neurodegenerativas.
El cuerpo humano necesita la actividad física para mantener una serie de funciones básicas. Mover el cuerpo mientras se hace ejercicio requiere de una activación cerebral generalizada, aparte de coordinar el movimiento de los músculos implicados en la acción que se realice, el cerebro coordina las funciones corporales necesarias para que los músculos funcionen correctamente, aumenta el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, la respiración el ritmo cardíaco, etc. Todo esto está regulado por distintos centros nerviosos distribuidos en zonas muy diversas del cerebro. Por lo tanto, el ejercicio físico activa amplias zonas cerebrales y no unas pocas concretas.
Entonces ahora resulta fundamental, ya que hablamos de zonas cerebrales, comentar acerca del aprendizaje, y para eso, basta recordar uno de nuestros primeros episodios en donde revisamos ¿Cómo aprendemos? Pero lo cierto es que, a nivel cognitivo, es nuestro cerebro en conjunto con otras áreas las encargadas de consolidar el proceso de aprendizaje. En la transcripción en espanolcontodo.com encuentras el link a ese episodio.
Y es la neurociencia una ciencia que posee diferentes campos de investigación. Uno de ellos es, sin duda, la educación, que es el que hoy nos interesa particularmente.
Y a propósito de eso, toda una cátedra nos aporta la neurocientífica Wendy Suzuki a través de una entrevista hecha en el 2020, en donde destacaba la gran cantidad de beneficios entre los que se encontraban la mejora inmediata del estado de ánimo que el cerebro recibe tras una sesión de ejercicio, además la mejora de la actividad de la corteza prefrontal, ya que la toma de decisiones y la atención se ve directamente estimulada después del ejercicio físico, destacando de este modo que la intensidad media o alta es lo mejor antes de una actividad en donde requieres estar enfocada y concentrada.
Por otro lado, también señala los beneficios del ejercicio a largo plazo en el cerebro, como el nacimiento de nuevas células cerebrales en el área del cerebro encargada de la memoria a largo plazo, el hipocampo. Además, de por supuesto, destacar que todo este proceso, lleva implícito una mejora de las conexiones cerebrales que retardarán el envejecimiento y las enfermedades como el Alzheimer.
¿Y qué sucede en el organismo cuando hacemos ejercicio? Pues bien, existe una proteína en el sistema nervioso que estudios indican que, al estar en movimiento el organismo, la sustancia aumenta y, a su vez, favorece a la plasticidad cerebral aumentando la cantidad de neuronas, protegiendo las existentes, además de hacer crecer los “bracitos” de las neuronas para lograr más conexiones con otras.
Recordemos que este proceso es vital, ya que a través de este las conexiones neuronales se unen en red y se modifican permitiendo la memorización de nuevas informaciones.
Este formidable y determinante proceso se lleva a cabo en una zona del cerebro denominada hipocampo, responsable de la memorización, el procesamiento de emociones y el aprendizaje.
Veamos, a continuación, los beneficios del ejercicio en los diferentes grupos de edad:
Por otro lado, científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, realizaron una investigación con niños de nueve años y evidenciaron que estos se concentraban mejor en tareas intelectuales tras una sesión de cinta de caminar que después de un rato de descanso.
Sin embargo, hoy en día, con tanta tecnología abrumadora no resulta muy fácil, digamos, involucrar a los niños en diferentes actividades físicas, por esto la pregunta que salta es: ¿Qué hacer para que los niños se interesen por hacer deportes? La educadora física Mariella Mena, proporciona algunos consejos:
Esta región suele afectarse en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer, ¿recuerdas? una enfermedad degenerativa que se caracteriza por un deterioro progresivo de la memoria. Sin embargo, los estudios previos que han analizado la asociación entre el ejercicio aeróbico y las funciones cognitivas del cerebro no se han centrado, hasta ahora, en la corteza entorrinal, a pesar de su papel crítico en el aprendizaje y la memoria.
Esta particularidad se ha debido a que la mayor parte de las investigaciones se han enfocado en el hipocampo, una zona del cerebro que juega un papel muy importante en el proceso de consolidación de la memoria a corto plazo y en la memoria a largo plazo.
Los resultados de la investigación sugieren que el ejercicio vigoroso, que logra aumentar la capacidad aeróbica en adultos jóvenes sanos, puede tener un efecto positivo sobre el sistema de memoria del lóbulo temporal medial, que incluye la corteza entorrinal.
En el estudio que nos ocupa, integrado por una muestra de adultos jóvenes, el volumen del hipocampo no se asoció a la capacidad aeróbica, mientras que en estudios similares, realizados en adultos mayores, se ha observado aumento significativo del volumen del hipocampo asociado al ejercicio aeróbico.
Estos hallazgos son de vital importancia, ya que la obesidad, que ha adquirido dimensiones epidémicas, se ha relacionado con déficit cognitivo en los adultos jóvenes y de mediana edad y, por otra parte, la inactividad física, en esos grupos, está en aumento.
"Los resultados arrojados señalaron que se puede mejorar la consolidación de la memoria por la práctica de deportes después del aprendizaje", asegura Guillén Fernández, científico del Instituto Donders y autor principal del trabajo.
Para el estudio participaron 72 personas voluntarias que aprendieron 90 asociaciones, entre imágenes y localizaciones, durante 40 minutos antes de ser asignados al azar a uno de tres grupos: uno hizo ejercicio de inmediato, el segundo cuatro horas más tarde, y el tercero no llevó a cabo ningún tipo de deporte.
Para el trabajo físico los participantes estuvieron durante 35 minutos en entrenamiento a intervalos de bicicleta a una intensidad de hasta el 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Tras 48 horas, los voluntarios regresaron para demostrar lo que recordaban mientras sus cerebros eran escaneados mediante resonancia magnética.
Los investigadores encontraron que los que hacían ejercicio cuatro horas después de su sesión de aprendizaje conservaron mejor la información dos días más tarde que los que hacían ejercicio inmediatamente o permanecían sedentarios.
Adicionalmente las imágenes cerebrales mostraron también que el ejercicio después de un periodo de tiempo se asociaba con representaciones más precisas en el hipocampo (recordemos un área importante para el aprendizaje y la memoria) cuando una persona respondía correctamente a una pregunta. Lo que lleva a pensar que el ejercitarse pasado un tiempo de una sesión de aprendizaje puede influir determinantemente en el proceso.
Fascinante toda esta información ¿no? ¿Conoces algún otro beneficio asociado al ejercicio con el aprendizaje? Cuéntanos en los comentarios.
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Créditos
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El cuerpo humano necesita la actividad física para mantener una serie de funciones básicas. Mover el cuerpo mientras se hace ejercicio requiere de una activación cerebral generalizada, aparte de coordinar el movimiento de los músculos implicados en la acción que se realice, el cerebro coordina las funciones corporales necesarias para que los músculos funcionen correctamente, aumenta el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, la respiración el ritmo cardíaco, etc. Todo esto está regulado por distintos centros nerviosos distribuidos en zonas muy diversas del cerebro. Por lo tanto, el ejercicio físico activa amplias zonas cerebrales y no unas pocas concretas.
Entonces ahora resulta fundamental, ya que hablamos de zonas cerebrales, comentar acerca del aprendizaje, y para eso, basta recordar uno de nuestros primeros episodios en donde revisamos ¿Cómo aprendemos? Pero lo cierto es que, a nivel cognitivo, es nuestro cerebro en conjunto con otras áreas las encargadas de consolidar el proceso de aprendizaje. En la transcripción en espanolcontodo.com encuentras el link a ese episodio.
Y es la neurociencia una ciencia que posee diferentes campos de investigación. Uno de ellos es, sin duda, la educación, que es el que hoy nos interesa particularmente.
Y a propósito de eso, toda una cátedra nos aporta la neurocientífica Wendy Suzuki a través de una entrevista hecha en el 2020, en donde destacaba la gran cantidad de beneficios entre los que se encontraban la mejora inmediata del estado de ánimo que el cerebro recibe tras una sesión de ejercicio, además la mejora de la actividad de la corteza prefrontal, ya que la toma de decisiones y la atención se ve directamente estimulada después del ejercicio físico, destacando de este modo que la intensidad media o alta es lo mejor antes de una actividad en donde requieres estar enfocada y concentrada.
Por otro lado, también señala los beneficios del ejercicio a largo plazo en el cerebro, como el nacimiento de nuevas células cerebrales en el área del cerebro encargada de la memoria a largo plazo, el hipocampo. Además, de por supuesto, destacar que todo este proceso, lleva implícito una mejora de las conexiones cerebrales que retardarán el envejecimiento y las enfermedades como el Alzheimer.
¿Y qué sucede en el organismo cuando hacemos ejercicio? Pues bien, existe una proteína en el sistema nervioso que estudios indican que, al estar en movimiento el organismo, la sustancia aumenta y, a su vez, favorece a la plasticidad cerebral aumentando la cantidad de neuronas, protegiendo las existentes, además de hacer crecer los “bracitos” de las neuronas para lograr más conexiones con otras.
Recordemos que este proceso es vital, ya que a través de este las conexiones neuronales se unen en red y se modifican permitiendo la memorización de nuevas informaciones.
Este formidable y determinante proceso se lleva a cabo en una zona del cerebro denominada hipocampo, responsable de la memorización, el procesamiento de emociones y el aprendizaje.
Veamos, a continuación, los beneficios del ejercicio en los diferentes grupos de edad:
Ejercicio y aprendizaje en niños
En un estudio dirigido en 2013 por Chaddock, en una investigación que utilizó la técnica de la resonancia magnética funcional, se estudiaron los efectos producidos sobre el cerebro en niños de 8 y 9 años de un programa de actividad física que duró 9 meses y en el que los participantes se ejercitaban 60 minutos en cada una de las cinco sesiones semanales. Las neuroimágenes revelaron que aquellos niños que participaron en el programa mostraron patrones específicos de activación de la corteza prefrontal y de la corteza cingulada anterior, que iban acompañados de una mejora en tareas específicas que requerían un gran autocontrol, junto a otras funciones ejecutivas asociadas. Esta información tomada del blog escuela con cerebro.Por otro lado, científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, realizaron una investigación con niños de nueve años y evidenciaron que estos se concentraban mejor en tareas intelectuales tras una sesión de cinta de caminar que después de un rato de descanso.
Sin embargo, hoy en día, con tanta tecnología abrumadora no resulta muy fácil, digamos, involucrar a los niños en diferentes actividades físicas, por esto la pregunta que salta es: ¿Qué hacer para que los niños se interesen por hacer deportes? La educadora física Mariella Mena, proporciona algunos consejos:
- Explore con el pequeño la actividad que más le llame la atención. No lo obligue a hacer algo que no le guste.
- Predique siempre con el ejemplo, es mucho más fácil que el niño se motive si ve que sus padres o familiares cercanos también disfrutan la actividad física.
- Dé más importancia a jugar que a competir, o hacer la disciplina como una obligación.
- No lo presione si lo hace mal, motívelo a mejorar sin hacerle ver sus áreas de mejora. .
- Evite comparaciones con otros niños que lo hacen mejor.
- Motívelo a participar y ver competencias o actividades similares que hacen los adultos profesionales.
Beneficios en adultos jóvenes
Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, EE.UU, publicado en la revista NeuroImagen, en diciembre de 2015, señala que los adultos jóvenes que tienen una mayor capacidad aeróbica desarrollan un área del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje, también llamada la corteza entorrinal. Es un área del cerebro que funciona como centro de redistribución de información desde y hacia el hipocampo.Esta región suele afectarse en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer, ¿recuerdas? una enfermedad degenerativa que se caracteriza por un deterioro progresivo de la memoria. Sin embargo, los estudios previos que han analizado la asociación entre el ejercicio aeróbico y las funciones cognitivas del cerebro no se han centrado, hasta ahora, en la corteza entorrinal, a pesar de su papel crítico en el aprendizaje y la memoria.
Esta particularidad se ha debido a que la mayor parte de las investigaciones se han enfocado en el hipocampo, una zona del cerebro que juega un papel muy importante en el proceso de consolidación de la memoria a corto plazo y en la memoria a largo plazo.
Los resultados de la investigación sugieren que el ejercicio vigoroso, que logra aumentar la capacidad aeróbica en adultos jóvenes sanos, puede tener un efecto positivo sobre el sistema de memoria del lóbulo temporal medial, que incluye la corteza entorrinal.
En el estudio que nos ocupa, integrado por una muestra de adultos jóvenes, el volumen del hipocampo no se asoció a la capacidad aeróbica, mientras que en estudios similares, realizados en adultos mayores, se ha observado aumento significativo del volumen del hipocampo asociado al ejercicio aeróbico.
Estos hallazgos son de vital importancia, ya que la obesidad, que ha adquirido dimensiones epidémicas, se ha relacionado con déficit cognitivo en los adultos jóvenes y de mediana edad y, por otra parte, la inactividad física, en esos grupos, está en aumento.
Ejercicio en personas mayores
Por otro lado, en estudios realizados en adultos mayores se ha demostrado que el ejercicio aeróbico podría prevenir o retardar el deterioro cognitivo en las personas mayores, que presentan riesgo de desarrollar algún tipo de demencia. Recordemos que naturalmente el proceso de envejecimiento incide en el deterioro de las funciones cognitivas. memoria, atención, concentración, etc. Sin embargo, hacer uso de ejercicio moderado puede disminuir procesos degenerativos relacionados con la cognición. ¡Una razón más para no dejar de hacer ejercicio!, incluso en edades avanzadas, claro está, teniendo mucha atención a tipos de ejercicios adecuados de acuerdo a la edad.Ejercicio, ¿mejor antes o después de estudiar?
Por otro lado, buscando determinar el impacto en el aprendizaje del ejercicio, estudios del Instituto Donders, en el Centro Médico de la Universidad Radboud (Países Bajos), quisieron evaluar los efectos de una sola sesión de ejercicio físico después de estudiar y verificar la consolidación de la memoria a largo plazo."Los resultados arrojados señalaron que se puede mejorar la consolidación de la memoria por la práctica de deportes después del aprendizaje", asegura Guillén Fernández, científico del Instituto Donders y autor principal del trabajo.
Para el estudio participaron 72 personas voluntarias que aprendieron 90 asociaciones, entre imágenes y localizaciones, durante 40 minutos antes de ser asignados al azar a uno de tres grupos: uno hizo ejercicio de inmediato, el segundo cuatro horas más tarde, y el tercero no llevó a cabo ningún tipo de deporte.
Para el trabajo físico los participantes estuvieron durante 35 minutos en entrenamiento a intervalos de bicicleta a una intensidad de hasta el 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Tras 48 horas, los voluntarios regresaron para demostrar lo que recordaban mientras sus cerebros eran escaneados mediante resonancia magnética.
Los investigadores encontraron que los que hacían ejercicio cuatro horas después de su sesión de aprendizaje conservaron mejor la información dos días más tarde que los que hacían ejercicio inmediatamente o permanecían sedentarios.
Adicionalmente las imágenes cerebrales mostraron también que el ejercicio después de un periodo de tiempo se asociaba con representaciones más precisas en el hipocampo (recordemos un área importante para el aprendizaje y la memoria) cuando una persona respondía correctamente a una pregunta. Lo que lleva a pensar que el ejercitarse pasado un tiempo de una sesión de aprendizaje puede influir determinantemente en el proceso.
Fascinante toda esta información ¿no? ¿Conoces algún otro beneficio asociado al ejercicio con el aprendizaje? Cuéntanos en los comentarios.
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Realizar ejercicio a cualquier edad es vital para mantenernos saludables y llenos de energía. El deporte mejora la fuerza, la flexibilidad, y el ánimo, ayudando a prevenir enfermedades y a disfrutar de una vida activa.
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